Durante las vacaciones en el Lago de Garda, encontré esa pequeña tienda, donde todo lo que vendían estaba hecho de fieltro. Imaginaros cuando entré! Aluciné! Así que aquí podéis ver lo que compré:
un par de coleteros (que mi hija escogió, poniéndoselos como pulseras)
dos broches ( flor blanca y de color)
tres adornos con flor en cada extremo (para llevar como bufanda, o liado con un pañuelo al cuello, o bien alrededor de un sombrero, o bien dentro de un jarrón...)
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1 comentario:
¡Que bonito! sobre todo esas que parecen trompetas que tienen tantas utilidades y el colorido, no me extraña que alucinaras.
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